![]() |
![]() |
La sección más antigua de la Gran Muralla fue iniciada en el 221 antes de Cristo, no mucho después que China fuera unificada en un imperio a partir de una vaga configuración de estados feudales. El primer emperador chino, Qin Shi Huang, restauró las murallas antiguas y las unió con una nueva construcción para crear una masiva fortificación de 4800 kilómetros (3000 millas) de largo para proteger las fronteras del norte contra los ataques de nómadas merodeadores.
Pero Qin Shi Huang no era un gobernante benevolente que cuidaba a su pueblo. Fue un tirano vacilante y represivo que trató de estandarizar el pensamiento humano de la misma manera que estandarizó las leyes, pesos y medidas. Sus seguidores creían que la gente era inherentemente mala y necesitaba vivir bajo un conjunto estricto de reglas. Así que quemaron la mayoría de la literatura de Confucio en el país, pensando que ésta promovía el libre pensamiento. De hecho, el emperador hizo que el pensamiento no conformista fuera una ofensa capital y sentenció a miles de intelectuales a años de trabajo forzado en la Gran Muralla.
El riguroso régimen Qin (pronunciado Chin) pensaba que sus reglas estrictas en cuanto a la vida en China permitiría que la dinastía perdurara por generaciones. Pero ese no fue el caso. En 209 a.C., justo un año después de la muerte del emperador, un ejercito de campesinos, encolerizado por las décadas de opresión, se rebelaron. Los oficiales provinciales, sabiendo que serían ejecutados por el simple hecho de informar de la rebelión, se quedaron callados. Cuando el gobierno central finalmente supo del levantamiento, era demasiado tare. Al final, la breve dinastía de Qin Shi Huang cayó víctima del miedo y la desconfianza producida por sus propios excesos.
Secretos de la Muralla Qin
A medida que la muralla atravesaba los espacios vacíos de China, sus constructores se vieron obligados a depender de los materiales locales. Gran parte de la muralla Qin fue construida con piedras colocadas unas sobre otras, pero donde las piedras eran escasas, los ingenieros construyeron la muralla con capas de tierra compactada. El proceso de apisonamiento de la tierra empezaba con un simple marco de madera. Los obreros llenaban el marco con tierra suelta, la cual entonces era apisonada formando una capa compacta de 10 centímetros (4 pulgadas) de espesor. El proceso se repetía capa tras capa, y la muralla se levantaba lentamente 10 centímetros por vez.
Lo que la Dinastía Qin legó al mundo
Trabajando con nuevos procesos de moldeado de hierro, las fraguas de Qin produjero espadas de hojas fuertes. Esto fue casi 13 siglos antes de que se produjeran espadas de tal fortaleza en Occidente. Y la aparición de arcos que permitían lanzar flechas con notable puntería dió a los arqueros de Qin una ventaja letal.
La Gran Muralla fue uno de las obras públicas monumentales de Qin Shi Huang, entre las cuales se encontraban vastos sistemas de irrigación. Pero su proyecto más asombroso, además de la Muralla, fue su propia opulenta Gran Tumba, en la cual trabajaron 700,000 obreros durante 34 años. La tumba, descubierta a mediados de la década de 1970, es realmente un palacio subterráneo e intricado, diseñado como una réplica en miniatura del reino Qin, que ciudades a escala, ríos de mercurio, cielos decorados con joyas, y un ejército de 7,000 guerreros de terra-cota para defenderlo.
Tumba de Qin Shi Huang
Autor de la página: José E. Marcano